Bajan las actividades del cerebro y el Sistema Nervioso Central, encargado de controlar y coordinar casi todas las funciones de nuestro cuerpo.
Los síntomas de intoxicación incluyen confusión, habla arrastrada, mareos, boca seca, problemas para moverse o recordar cosas.
La respiración puede volverse lenta, o incluso, detenerse.
Ejemplos: alcohol, marihuana, analgésicos, opiáceos y sus versiones sintéticas, como el fentanilo.
 
 

Aumentan la actividad del cerebro y el Sistema Nervioso Central, el encargado de controlar y coordinar casi todas las funciones del cuerpo.
Los síntomas de intoxicación incluyen aumento del ritmo cardiaco, mayor temperatura corporal y presión arterial.
Causan una sensación de más energía, alerta y euforia, pero también pueden generar sudoración excesiva, es-calofríos, náuseas y vómitos.
Ejemplos: Cafeína, nicotina, cocaína y metanfetamina.
 
 

Provocan cambios en la forma en que percibimos las cosas, pensamos, recordamos y nos orientamos.
Los síntomas de intoxicación incluyen euforia o cambios bruscos en el ánimo, alucinaciones visuales y auditivas, alteración de los sentidos.
También pueden causar pupilas dilatadas, aumento de la presión arterial, ritmo cardiaco acelerado, temblores y reflejos muy sensibles.
Ejemplos: LSD, hongos alucinóge-nos, mescalina y peyote.
 
 
 

Se utilizan para tratar problemas de salud mental porque alteran el funcionamiento del sistema nervioso. Estos medicamentos sólo deben tomarse con receta médica y bajo supervisión profesional. Los síntomas de intoxicación pueden incluir somnolencia, dificultad para concentrarse y una relajacion excesiva.
Ejemplos: Ansiolíticos y sedantes (como clonazepam, diazepam y otras benzodiacepinas), antidepresivos (como amitriptilina y fluoxetina) y antipsicóticos (como risperidona, haloperidol).